22 de febrero de 2016

Hoy en mi post os cuento mi curiosa noche de sábado, pues fue perfecta y siempre tienes alguna anezdota que contar. Pues bien fui a cenar a mi pizzería favorita El Aldo, solo con ir a cenar aquí ya se que la noche va ser perfecta jeje, son un encanto y siempre nos tratan genial tanto los camareros como los dueños a los cuales les tengo un gran cariño.

 

 

 

 

La anezdota que os cuento fue en el primer bar de copas, el club de los oricios se me acerca un chico y me vino a decir que que hacia una chica como yo por la noche gijonesa, yo le conteste que era tan normal o mas que el y que por tener un problema físico no iba a dejar de salir de fiesta es mas a mi esto no me ofende ojala hubiera mas gente con problemas físicos que saliera de noche,pero en fin las barreras arquitectónicas que hay en los bares es un gran inconveniente, aunque yo tengo la gran suerte de que a mi no hay quien me detenga y las barreras se las pone uno mismo.